Prácticamente todos los padres de niños pequeños han experimentado arrebatos de ira y frustración por parte de sus hijos pequeños, ya sea a la hora de levantarse, irse a la cama o comer un sándwich sin cortar la corteza. Según un nuevo estudio, existe otra posible razón para la frecuencia de sus arrebatos: el uso de tabletas.

El nuevo estudio, publicado en la revista JAMA Pediatrics, muestra que el uso de tabletas por parte de niños a los 3,5 años se asoció con un mayor número de expresiones de ira y frustración un año después. Además, los niños que eran más propensos a la ira y la frustración a los 4,5 años tenían más probabilidades de usar más tabletas un año después (a los 5,5 años). El uso de tabletas en la primera infancia «puede contribuir a un ciclo» de problemas en la regulación emocional, escribieron los autores.

Quería tener más contexto sobre esta conversación con la Dra. Leana Wen, experta en bienestar de CNN. Wen es médico de urgencias y profesor asociado adjunto en la Universidad George Washington y anteriormente se desempeñó como comisionado de salud de Baltimore. Igual de importante es que es madre de dos niños pequeños.

CNN: La mayoría de los padres han experimentado un colapso en sus niños pequeños después de que les quitamos las tabletas. ¿Qué encontró este estudio?

Dra. Leana Wen: Este estudio fue una encuesta de 315 padres de niños en edad preescolar de Nueva Escocia, Canadá. Los mismos padres participaron en el estudio cuando sus hijos tenían 3,5 años (en 2020), 4,5 años (en 2021) y 5,5 años (2022). Ellos mismos informaron sobre el uso de tabletas en sus hijos y luego evaluaron la expresión de enojo de sus hijos utilizando un cuestionario estándar llamado Cuestionario de comportamiento infantil.

Los investigadores encontraron una asociación entre el uso de tabletas a los 3,5 años y un aumento de la ira y la frustración a los 4,5 años. Observaron que la asociación entre el uso de tabletas y la ira era bidireccional, ya que los niños cuyos padres notaron un mayor nivel de ira y frustración a los 4,5 años también tenían un mayor uso de tabletas a los 5,5 años. Eso significa que los efectos podrían ser en ambos sentidos.

Es importante considerar que este estudio ocurrió durante los años pico de la pandemia de Covid-19. Los investigadores notaron este contexto y el hecho de que la pandemia introdujo mayor estrés y alteraciones de la rutina. Aún así, la asociación bidireccional entre el uso de tabletas y la expresión de enojo y frustración fue significativa y debería ser una advertencia para que los padres sean conscientes del tiempo que pasan frente a la pantalla.